El ácido hialurónico es uno de los ingredientes que más éxito tienen en el sector de la cirugía estética. De hecho, este reconocimiento es merecido y está avalado por estudios que confirman los beneficios de este producto a la hora de cuidar y rejuvenecer el aspecto de la piel. Y ello es gracias a su capacidad para retener las moléculas del agua en los tejidos de la dermis.
Qué es el ácido hialurónico
Una pregunta que surge a menudo al someterse a un tratamiento con ácido hialurónico es, ¿qué es exactamente? ¿Lo produce el propio cuerpo?
Lo cierto es que sí se halla de forma natural en el cuerpo, concretamente en la piel, así como en otros órganos o tejidos como el pulmón o el tejido esquelético. El ácido hialurónico es un polisacárido de glucosaminoglucano, es decir, un tipo de azúcar, cuyo objetivo es trabajar en la estabilidad, protección e hidratación de la piel de manera constante gracias a su capacidad de retener la humedad; tan solo un gramo de ácido hialurónico puede contener hasta seis litros de agua.
Los beneficios del ácido hialurónico
Aunque esté presente de forma natural en el cuerpo, aplicar ácido hialurónico comporta muchos beneficios, y es que a partir de cierta edad, normalmente alrededor de los 30 años, la piel deja de contener humedad y deja de tener ese brillo y elasticidad que le confieren un rostro joven. Así, con este ingrediente se le puede dar a la piel ese extra que necesita para volver a lucir un rostro sin arrugas de expresión, flacidez y reduciendo los efectos del envejecimiento.
Esto es debido a que una piel bien hidratada es una piel más firme, por lo que se forman muchas menos arrugas, y con mayor brillo. En cambio, la falta de agua en la dermis provoca más opacidad y con una piel más holgada.
En este sentido, el ácido hialurónico actúa como una esponja, reteniendo grandes cantidades de agua en la piel, hidratándola de forma natural, rellenando arrugas, manteniendo la correcta estructura de la piel y facilitando la reparación celular, consiguiendo rejuvenecer el rostro.
Además de este ingrediente, también son necesarias algunas medidas para cuidar y alargar el buen mantenimiento de la piel. La exposición al sol, factores ambientales, el consumo de substancias como el alcohol o el tabaco, son algunas de las rutinas que pueden provocar envejecimiento prematuro. Evitando acciones como estas, el buen estado de la dermis se mantiene durante más tiempo.
La aplicación de ácido hialurónico
Existen múltiples productos en el mercado que contienen ácido hialurónico para una mayor hidratación. Sin embargo, también existen tratamientos que utilizan este ingrediente como método principal. Estas intervenciones se llevan a cabo mediante pequeñas microinyecciones en la dermis, suelen durar de 15 a 30 minutos por sesión y son de recuperación inmediata. El tratamiento no requiere de anestesia general y se realiza de forma ambulatoria.
Dentro de estas intervenciones, hay distintos ácidos hialurónicos con diferentes densidades para cada tipo de paciente. La aplicación de uno u otro dependerá siempre del estado facial y ha de ser el cirujano especializado en tratamientos de estética quien haga la valoración previa y, según los objetivos del paciente, decida qué tipo escoger.
Este tipo de intervenciones son idóneas para todas aquellas personas que buscan hidratar su piel en profundidad, corregir arrugas y conseguir un rostro fresco joven y natural con resultados prácticamente inmediatos. En pieles con acné o con otro tipo de cicatrices también esta recomendado el uso de ácido hialurónico para corregir esas marcas en la dermis. Además, sus resultados son muy duraderos, llegando hasta los 18 meses.